La Comisión Permanente de la Mancomunidad de Servicios de la Provincia de Huelva (MAS), reunida este miércoles en sesión ordinaria, ha aprobado un nuevo bloque de actuaciones integradas en el Plan Estratégico para la Mejora de las Infraestructuras Hídricas y Planes de Inversión Municipal (Plan Renovas), que se desarrollarán próximamente en 15 municipios de la provincia y para la que se va a destinar una inversión superior a los 4,8 millones.
La Comisión, presidida por Diego del Toro, máximo responsable de la MAS, el vicepresidente, Joaquín Molina, el director ejecutivo de Giahsa, Santiago Ponce, y el gerente, Juan Manuel González Padilla, cuenta igualmente con un representante de cada una de las comarcas integradas en la Mancomunidad: Costa, Condado, Andévalo, Cuenca Minera y Sierra.
La nueva batería de actuaciones del Plan Renovas se desarrollará durante los próximos meses en los municipios de Alosno, Ayamonte, Beas, Berrocal, Bonares, Cabezas Rubias, Campofrío, Chucena. Escacena, La Zarza-Perrunal, Punta Umbría, San Bartolomé, San Silvestre, Tharsis y Trigueros. Como ha explicado Diego del Toro, “las intervenciones están consensuadas con los alcaldes, alcaldesas y técnicos municipales de cada uno de los ayuntamientos, en función de las necesidades o el número de incidencias que se hayan registrado en los últimos años”.
“De hecho, lo que se ha aprobado en la Comisión Permanente ha sido el contenido de las adendas de los respectivos convenios suscritos. De este modo, la MAS autoriza a Giahsa a continuar mejorando, renovando y modernizando las redes de abastecimiento y saneamiento de nuestros municipios”, ha proseguido Del Toro. El Plan Estratégico fue suscrito en su día por un total de 36 ayuntamientos y va a contar con una inversión global de 26 millones de euros durante los cuatro años de su aplicación.
“Hemos terminado de sentar las bases, y lo hemos hecho conjunta y coordinadamente, para la mejora y modernización de las infraestructuras hidráulicas de la provincia de Huelva”, ha afirmado Del Toro.
El objetivo, pues, pasa por la renovación y adecuación de las redes, la mejora en la calidad del agua de suministro, la instalación de contadores, la transformación e incorporación de las últimas tecnologías inteligentes para la digitalización o la prevención de fraudes en el suministro. “También estas mejoras nos ayudarán a prever las inundaciones en épocas de lluvias, atajar los puntos negros en materia de saneamiento, controlar los vertidos y aumentar la cobertura de la red de saneamiento”, ha concluido.