LA LUPA
El gusto por las buenas comidas y licores del ex alcalde de Valverde

Los gastos del anterior alcalde de Valverde del Camino y actual delegado de Obras Públicas, Miguel Ángel Domínguez, a cargo de una visa platinum del Ayuntamiento, no pueden sino ser catalogados de indecentes. Sí, porque indecente es gastarse un sólo euro en comidas y bebidas cuando se sabe la situación económica de ruina en la que estaba y está ese Ayuntamiento. Lo que no haría ningún ciudadano de a pie en su casa, irse de comilonas mientras debe la luz, el agua, el teléfono o la hipoteca, es lo que ha hecho Domínguez o quien lo representara en ese momento.

Si este es el concepto de lo público y de cómo manejar los dineros de los ciudadanos que tiene el actual delegado de Obras Públicas mejor será que la Junta se ande con cuidado y no le deje ninguna tarjeta para su uso discrecional. Ahora saldrá diciendo que las comidas era institucionales o sabe dios qué, pero lo único cierto es que en ocho meses se gastó 12.000 euros en comidas y copas a cuenta de un Ayuntamiento que debe la friolera de 54 millones de euros, cuando tiene un presupuesto anual de 9.

Un Ayuntamiento cuya Empresa Pública de la Vivienda ha generado 21 millones de déficit sin haber construido ni una sola vivienda. En ese mar de déficit 12.000 euros parecen una anécdota, pero no lo son, porque demuestran el grado de irresponsabilidad de un político que se ha ido de rositas, al menos por ahora, dejando un Ayuntamiento en la ruina y a un centenar de trabajadores municipales en una más que complicada situación, pues ya se les deben seis meses de nóminas. Y todo, mientras que la Junta de Andalucía hacía la vista gorda ante desvíos de fondos de otras partidas para pagar las nóminas o realizaba anticipos de tesorería que ahora niega a la nueva alcaldesa. Y Domínguez, tan contento, elevado a los altares de la Delegación de Obras Públicas, viaje viene y viaje va por la provincia. ¿Es que nadie va a hacer dimitir a este hombre y pedirle cuentas? Sepa quien no lo hace que se convierte en cómplice de una situación lamentable y de una forma de proceder que provoca vómito.