José Luis Pérez-Vera estará en concierto el próximo viernes 25 de agosto en la Aldea del Rocío, concretamente en el Patio de la Casa del Ayuntamiento, a partir de las 22.00 horas. Acompañado tan solo por un piano, José Luis Pérez-Vera nos regala una de sus actuaciones más íntimas. Las entradas están disponibles a través de la página web de Giglon.com, y en la oficina Casa de Ayuntamiento de El Rocío y en la oficina Ciudad de la Cultura en Almonte, en horario de 10.30 a 13.30 horas.
José Luis Pérez-Vera, heredero de antepasados flamencos, nace en Hinojos, municipio de la provincia de Huelva. Sus inicios en el mundo de la música arrancan en el seno familiar de la mano de su padre, Juan Rafael, compositor aficionado, y su tío Feliciano, compositor de innumerables sevillanas muy populares que han interpretado grupos como Amigos de Gines o Marismeños, siendo este hecho un componente que marca la dualidad de este artista, entre el mundo del flamenco jondo y el mundo de las sevillanas.
De pequeño ya empieza a tomar contacto y a aprender de artistas que pasan por su casa en las fiestas familiares, como Manuel Vargas, El Pele, María Jiménez, Pansequito, Aurora Vargas y familia Pareja-Obregón, entre muchos otros.
Su oficio como cantaor se desborda hacia otras disciplinas como el piano y la danza. Su andadura por los tablaos sevillanos y su aprendizaje interpretativo suman a su frescura un mayor grado de experiencia. Actualmente, este artista flamenco se encuentra componiendo los temas que irán incluidos en su próximo trabajo discográfico.
Tierra Prometida es el primer trabajo discográfico de José Luis Pérez-Vera, en el que nos encontramos flamenco y otros estilos fusionados en la voz, la danza y el piano que este artista ofrece al público poniendo en su bandeja su universo interior. parte de una puesta en valor de los orígenes del cantante que se intercalan con nuevos horizontes a los que aventurarse. Tierra Prometida es un camino, un transitar, un experimentar disfrutar de la vida misma hecha música en la promesa que nos hacemos de vivirla.
