Quien no conozca a Juan Gómez Canca, El Kanka, que haga por hacerlo. El cantautor malagueño se ha ido consagrando poco a poco en la élite española de la canción por su inconfundible esencia, la profunda sencillez de sus letras y la versatilidad en la composición. Pero también por la interacción con el público, algo que ha ido arraigando en los últimos años en las redes sociales y que ahora se hace directa con la original propuesta de su actual gira, ‘Cosas de los vivientes. Diferente’, que este viernes 23 de febrero hizo su octava parada en el auditorio de la Casa Colón de Huelva.

Todo vendido para un público diverso, como las canciones de El Kanka. Telón abierto y ahí está él, en un escenario sobrio acompañado por una guitarra acústica y un ukelele. Luces, música y acción. A su izquierda, una urna habitada por centenares de tarjetas en las que los asistentes han ido escribiendo a la entrada la canción que quieren escuchar en la voz del malagueño.

Primera canción, saludo y explicación del Kanka. Marca las pautas de la actuación, que resumidas son: irá sacando tarjetas, verá la canción escrita por los fans y las irá cantando hasta completar un total de 15 de entre sus 67 composiciones. Pide indulgencia por si alguna letra le patina, pero promete haber estudiado. Comienza el concierto a la carta.

Y a partir de ahí, compás, poesía, acorde, humor y música, mucha música. Luces, guitarra acústica, ukelele y El Kanka. Él solo. No necesita nada más para llenar el escenario, para hacerse grande, para ganarse a un público que disfrutó durante cerca de dos horas de lo que el propio público había elegido.

El Kanka entusiasmó con sus ‘Cosas de los vivientes’ completando una actuación diferente, totalmente diferente, que invita ‘A desobedecer’ la representación establecida, que pone la música al servicio de que el amor se ponga de moda otra vez y que genera un cóctel artístico tan sencillo y bello que, en fin, qué más decir… Canela en rama.