El tetra-alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, acaba de anunciar que durante la próxima legislatura, es decir, en su más que probable quinto mandato municipal, mandará echar abajo la tapia de la Estación, ese “dogal de la ciudad” que decía los sociatas de los años 70 que estrangulaba a Huelva por delante de la vía del tren. Cosa curiosísima: el PP de Perico está haciendo realidad los únicos sueños como la gente que ha tenido el PSOE de Huelva –cuando todavía Mario Jiménez y doña Tobar estaban en el patio el recreo aunque ya Barrero y doña Petri tuvieran coche oficial—como ése de “asomar la Ciudad a la Ría” que ya toma cuerpo en el Ensanche o éste de liquidar simbólicamente la “tercera colonización”. La derecha centrada ha hecho realidad, pues, lo que una izquierda no poco excéntrica propuso a título de inventario. Más que cabrearse sería cosa de darle vueltas al asunto y ver en qué fallaron unos y acertaron otros.
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