La página de Facebook ‘Ciudadanos de Uniforme’ cuenta una emocionante historia en la que el protagonista es el onubense Aníbal Bernal, que se encontraba en mayo prestando servicio en la Fragata Canarias, en aguas de Libia, participando en la misión de rescatar a los inmigrantes que huyen de este país. Aníbal participó en mayo en el rescate de un grupo de inmigrantes que fueron conducidos hasta el puerto italiano de Cagliari.
El destino ha querido que, cuatro meses después, Aníbal Bernal se haya encontrado en El Rompido, donde su padre tiene el Restaurante ‘El Caribe’, con uno de los inmigrantes a los que ayudó a salvar la vida con su labor en la Fragata Canarias. Entre lágrimas ambos han recordado aquel episodio y el inmigrante, cuyo nombre es desconocido para Aníbal, que no habla español porque lleva poco tiempo en España al estar recién llegado des Italia, le ha dado las gracias por salvarle la vida.
TEXTO RECOGIDO DE CIUDADANOS DE UNIFORME
«Solo las personas generosas son capaces de dejar en tierra un hogar, una familia y unos retoños que apenas comienzan a andar para cambiarlo por un camarote de poco espacio, comida en bandeja de lata y una cubierta donde derramar lágrimas cuando tu corazón está a punto de estallar por lo que tus ojos ven. Esto es lo que Anibal Bernal, militar de El Rompido, hizo. Embarcó en la fragata durante seis meses para defender nuestras fronteras en una misión que fue de todo menos fácil, y entre zumbidos de cohetes que sonaban cerca rescató a un chico en Libia.
Al cumplir su misión el militar vuelve a su tierra natal donde le esperaban el calor y cariño de los suyos. Hoy ese chico que salvó de la muerte se ha vuelto a cruzar en su camino. Venía cargado de zapatos a «buscarse la vida», vida que ha agradecido entre lágrimas cuando sorprendido y a muchos kilómetros de aquella tragedia ha reconocido al marinero que le tendió la mano en alta mar… ¡Impresionante historia! ?
Es costumbre militar condecorar a los soldados cuando vuelven de misión, CREO QUE ESTA ES TU MEJOR MEDALLA HERMANO, salvar vidas y volver a ver en tu casa esa mirada pero esta vez sin miedo, esta vez con brillo de agradecimiento en sus ojos y satisfacción en los tuyos.
¡Enhorabuena por tu labor y tú corazón!
¡Un fuerte abrazo hermano!»